Actualmente se realiza un recambio selectivo dentro del parque de medidores. Está comprobado estadísticamente que la medición de los consumos en un servicio de Agua Potable conlleva un impacto positivo en materia de reducción del derroche de este recurso natural escaso.
Entre los años 1991 y 1992 la Coopi inició la colocación de los micromedidores domiciliarios a fines de obtener un control preciso de los consumos básicos como así también el cobro justo de los excedentes. Desde la instalación masiva de medidores domiciliarios a comienzos del año noventa, hoy se realiza un recambio selectivo de los mismos - amparado en el Reglamento de Usuarios - para garantizar el buen funcionamiento del sistema medido, dado que hay una cierta cantidad de medidores que se encuentra al límite de su vida útil. Ésta está establecida entre 7 y 10 años, de acuerdo a lo dictaminado por los fabricantes de estos dispositivos.
Los consumos excesivos se vinculan habitualmente al derroche del agua por riego de jardines, lavado de veredas, lavado de vehículos, etc. La reducción del consumo fue uno de los principales logros alcanzados con la micromedición.
El agua es un elemento esencial para la vida. Pero a diferencia de otros servicios, el mayor consumo no representa ni un negocio, ni un beneficio para nadie. Por lo tanto, deviene la necesidad de Cuidar el Recurso Hídrico, que no abunda de forma natural en nuestra provincia, y particularmente en nuestra región semiárida.
Finalmente, la política de instalación de medidores permitió, en el marco de una concreción de obras e inversiones llevada a cabo por la Coopi, no caer en la crisis de abastecimiento que sí se ha acentuado en otras localidades de la Provincia. El recambio del medidor tiene costo a cargo del usuario, que puede abonarse hasta en 10 cuotas.