Introducción
Sí. El agua que provee la Coopi cumple con los parámetros fisicoquímicos de potabilidad. La ciudad se abastece del río San Antonio y su punto de captación y potabilización se encuentra en la localidad de Cuesta Blanca. Tanto el agua cruda que ingresa a la planta como el agua tratada que sale de ella, es controlada diariamente. Los análisis se realizan las 24 horas del día mediante equipos instalados en la red que leen los datos en forma continua, lo que permite conocer el estado de calidad del agua en tiempo real. Además se analizan todas las muestras exigidas por las normas vigentes que son supervisadas por el ERSEP (Ente Regulador de Servicios Públicos de Córdoba).
Las instalaciones actuales pueden procesar hasta 43,2 millones de litros de agua por día. En invierno Villa Carlos Paz y las comunas del Sur consumen entre 28 y 36 millones de litros por día. Durante la temporada, en cambio, se producen picos diarios que superan los 43 millones de litros de agua por día y consumos récords en horarios claves que sobreexigen la planta potabilizadora hasta alcanzar una producción de 51,8 millones de litros por día. Esto puede ocasionar que se desmejoren las características físicas del agua (lo que se ve y percibe). Pero bacteriológicamente el agua sigue siendo potable. Por eso es importante racionalizar el consumo y ejecutar obras de infraestructura para ajustar el sistema a la realidad de la región. En el plan director presentado por la Coopi en el año 2008, ya se había planteado la necesidad de ampliar la capacidad de la planta potabilizadora.
La Organización Mundial de la Salud establece que el consumo diario ideal es de 200 litros por persona. En Villa Carlos Paz este número se eleva a 381 litros diarios por habitante. Frente a esta realidad, la Cooperativa propone permanentemente acciones para fomentar la conciencia sobre el cuidado del agua.
Luego de las lluvias los niveles de consumo descienden notablemente. El riego es la principal causa de derroche de agua. Así, por ejemplo, un día de intenso calor tiene como pico máximo de consumo hasta 43,2 millones de litros de agua por día. Mientras que tras un día de lluvia, el consumo desciende a 34,5 millones y hasta 22,8 millones de litros de agua por día.
En esa situación se le explica al usuario que, al no contar con este depósito, es imposible resolver la faltante de agua. Las reservas establecidas por el Código de Edificación vigente son las siguientes: una vivienda residencial debe tener una capacidad de 800 litros por dormitorio, mientras que para hoteles, sanatorios, complejos habitacionales y negocios en general, la capacidad del tanque debe ser de 500 litros por baño. Si las reservas domiciliarias no cumplen con las normas, la Coopi no tiene obligación de asistir con los camiones cisterna. Tampoco existe obligación de abastecer cuando el usuario no tiene al día sus pagos, excepto en situaciones de vulnerabilidad social.
- Cuando ocurre algún imprevisto en el sistema, como la rotura de un acueducto o la avería de algún caño que afecte a todo un barrio. Se dispone de esta medida después de evaluar que la reparación demandará un tiempo lo suficientemente prolongado.
- Cuando se realizan cortes programados, por alguna intervención planificada. En este caso son trabajos que se concretan con previo aviso a los usuarios.
- Cuando hay baja presión en la red. La Coopi dispone de dos camiones cisterna que representan una reserva de 11 mil litros. Los vehículos han sido reacondicionados y están preparados para atender cualquier eventualidad.
Las prioridades son:
1) Centros de salud públicos o privados con internación.
2) Escuelas, geriátricos y centros médicos sin internación.
3) Usuarios con trastornos de salud.
4) Hoteles y restaurantes.
5) Comercios y usuarios en general.
La función principal es la de controlar el consumo tanto para el usuario como para la Coopi. Está comprobado estadísticamente que la medición de los consumos produce una reducción del derroche. De esta manera, el consumo se controla a través de la tarifa: permite un control preciso de los básicos y el cobro justo de los consumos excedentes. Los medidores sirven también para detectar a tiempo pérdidas internas, evitando posibles daños a la propiedad que deberán ser afrontadas por sus propietarios.
Si está seguro que no fue producto del agua consumida, diríjase a las oficinas centrales de la Coopi (Moreno 78) para verificar el consumo histórico de la propiedad y averiguar los motivos de ese registro mayor. Puede ser mal funcionamiento del medidor, un error de lectura o, el más importante, una pérdida interna en la red de agua de la casa que no se detecta visualmente.
Una de las herramientas fundamentales son los medidores. Para ello hay que cerrar las llaves de paso, verificar que sanitarios y grifos no pierdan agua y trabar el flotante del tanque. Si cerrando todo el circuito de agua, el medidor sigue girando, hay una pérdida en el sistema interno. Estas verificaciones las puede realizar directamente el usuario, consultando los servicios de un profesional o solicitando una inspección en la Coopi en el área de Atención al Usuario.